Cuán gritan estos malditos

Cuán gritan estos malditos
mas mal rayo me parta
si terminando esta carta
no pagan caro sus gritos

Se acerca el día 1 de noviembre, día de Todos Los Santos, y Don Juan Tenorio tendra la dificil tarea a hacer pagar caro los horribles gritos del americano Halloween. No sera una tarea fácil pues la invasión de España por el "trick or treat" a llegado a proporciones nunca imaginadas. El poder de Hollywood y el poder del comercio.

Por que no es de extrañar que tras "el día de los enamorados", "el día de La Madre", "el día del Padre" etc. donde simplemente se venden regalos, apareciera un día (o noche) como Halloween, donde no solo se compran disfraces, sino también dulces y adornos. Y, sin importar la crisis, se gasta dinero en organizar fiestas que nada tienen que ver con nuestra cultura. El asunto ha llegado al extremo de que los niños preguntan a sus padres por como celebraban antes la noche de Halloween.

Antes no había Halloween. Antes, el 1 de noviembre era de Don Juan Tenorio.
Durante mucho tiempo, en la noche de ánimas, la que va del día de Todos los Santos al de Difuntos, en los teatros españoles se representaban las aventuras del impetuoso mujeriego que gracias al amor de una novicia se libra de la condenación eterna.

En esas fechas Don Juan visita los cementerios y, en su afán profanador, no sólo no respeta el descanso de los muertos, sino que celebra una sepulcral cena con convidado de piedra y todo. Pero hay termina la remota similitud entre Halloween y Don Juan.

La cultura pierde frente a lo comercial.

Pero aun nos queda la esperanza. Mientras Tirso condena a Don Juan al castigo eterno, Zorrilla lo salva, gracias a Doña Inés, su ángel de amor, es salvado cuando proclama vencido y convencido:

mas es justo y notorio
que, pues me abre el purgatorio
un punto de penitencia,
es el Dios de la clemencia,
el Dios de Don Juan Tenorio.

¡Que no va a pasar nada, Madre!


Hace muy poco el presidente del gobierno español, José Luis Rodriguez Zapatero, anunciar las medidas de apoyo a bancos y cajas españoles. También ha informado del aumento a 100.000 euros la garantía a los ahorradores.

La información ha aparecido en casi todas las cadenas de televisión del país, con una comparecencia del propio presidente.

A los pocos minutos de terminadas las declaraciones del presidente, ha sonado el teléfono de mi vecina. Las paredes de mi casa son como el papel de fumar, por lo que he podido oír al menos la mitad de la conversación.
Era la madre de mi vecina, una mujer muy mayor. No sé cuales han sido sus palabras, pero mi vecina se ha pasado toda la conversación repitiendo: ¡Que no va a pasar nada, Madre!

Mucha gente no entiende el efecto que causa en las personas mayores las noticias relacionadas con la crisis. La mayoría son pensionistas, por no decir que todos, y lo primero en que piensan es en el misero importe de su pensión.
Son ancianos y se encuentran realmente asustados con esto de la crisis, pero a nadie les importa sus temores, sobre todo por que no estamos en periodo electoral, claro.

Además, aunque el miedo de estos "pobres", les llevase a retirar sus "miserables" ahorros de los bancos, el efecto seria paupérrimo en los grandilocuentes balances bancarios.

Pero aun así se echa en falta que alguien se acuerde de las pensiones, para algo que no sea recordar que el rival político las va a retirar si gana las elecciones.

En fin, pobres viejos. Voy a llamar por teléfono a los míos para tranquilizarles.
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