Lo divertido que es leer a Iker Jiménez en voz alta y con amigos.

Ayer apareció un amigo con un libro que había encontrado en un contenedor..

Aquí os dejamos el inicio del prologo. El texto coloreado son comentarios nuestros.

Despuntaba mayo de 2001, viajaba a toda velocidad hacia tierras de Salamanca. La noticia partía de un miembro de la Guardia Civil que me alertaba (mientras le ponía una multa por lo de “a toda velocidad”) con un flash de tres frases:

Acaban de verse ovnis. Estamos investigando. Hay decenas de huellas y testigos.

No es difícil imaginarse mi estado. Salté como un resorte a las carreteras y sobre la misma linde con Portugal asistí a una de esas escenas impagables. El misterio se había posado allí mismo, marcando a fuego la dehesa con ochenta marcas donde cabía el puño.

La policía científica investigaba (eso, ya ha llegado y cuando hay un robo tardan una semana) y yo asistí a los interrogatorios grabadora en mano, con la fascinación sin borrarse de mi rostro. Los testigos, aunque ellos no lo habían querido, ya estaban «atrapados por el misterio». Para siempre. Uno de ellos, militar extranjero de alta graduación (es verdad, los generales extranjeros lo van diciendo a cualquiera que les pregunte), tenía miedo (no tendría la medalla al valor) al volver a pasar por el terreno en el que las gigantescas luces habían aparecido veinticuatro horas antes (a saber donde estaban ya los extraterrestres). A solas me confirmó cómo se le habían aproximado al coche iluminándolo por dentro (¡Que casualidad como en "encuentros en la 3ª fase!)

La Guardia Civil, rodilla en tierra, despejaba algunas dudas (Si, que el uniforme le quedaba estrecho). Aquellas huellas eran sencillamente imposibles. No estaban realizadas por mano del hombre ni por animales o enseres de labranza. Una vez más, había llegado tarde por muy poco. Entreviste a los protagonistas, recorrí el lugar, me hice con los informes oficiales (ya estaban terminados, pues poco deberían decir) y tomé muestras (si, de un manzano o un peral que estaba por allí). ¿Quizá la próxima ocasión podría observar aquel prodigio?

Aquí lo tuvimos que dejar, por que las risas nos impedían seguir leyendo.


El "elemento" que ha escrito estas hilarantes palabras es este:

Escritor español, nació el 10 de enero de 1973 en Vitoria (Álava). Licenciado en Ciencias de la Información de la Complutense y en la Europea de Madrid.

En 1999 publicó su primer libro Enigmas sin resolver, con notable éxito de ventas, y no tanto de crítica, pues muchos críticos no le consideran un escritor serio, ni responsable y que no aporta material científico en sus tesis para que tengan cierta credibilidad.

¡Si, es Iker Jiménez!

¡Que ratos más agradables no hace pasar! ¡Que "panzada" a reir!

- Bueno, el libro ¿lo tiro, no?

-¿Que dices loco? Su sitio es en la estantería, al lado de "los mejores chistes de borrachos".


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