Hoy, se ha celebrado una concertación en Madrid “en defensa de la familia cristiana”. Según la comunidad de Madrid la asistencia ha sido de 1 millón de personas. Los organizadores (la diócesis de Madrid) la cifran en 2 millones, y los chicos del
manifestómetro, apoyando su afirmación con datos objetivos, valoran la asistencia no superior a 200.000 personas, en el mejor de los casos.
(foto: RinzeWind)
¿Por qué los organizadores de una concentración multiplican por 10 la cifra real de asistentes? Olvidemos el hecho de que estos señores se llamen católicos, y su religión les impida mentir, eso quedara entre ellos y su conciencia (o su Dios).
¿Cuál es el motivo para informar de una cifra, a sabiendas de que es falsa? A mi solo se me ocurre una razón y es que ellos mismos consideran que la convocatoria ha sido un FRACASO, e intentan taparlo mintiendo sobre la asistencia.
Movilizar a solo 200.000 personas, traídas de toda España, con autobuses gratis para visitar un Madrid, en plena víspera de fin de año, con todos sus adornos navideños, su centros comerciales pletóricos, y su espíritu festivo no tiene ningún merito.
Y se de lo que hablo, por que hoy mismo he estado en la Plaza Mayor de Madrid, abarrotada de gente, como todas las navidades, y he visto a mucha gente con sus mochilas amarillas y blancas (recuerdo de visitas papales), con sus carritos de bebe, y sus hijos. A ancianos de asilo, pastoreados por hábiles monjitas, jovencitos llenos de granos vigilados de cerca por párrocos de duro alzacuello, todos ellos paseando entre los puestos navideños, comprando horrorosas pelucas de colorines (deben de estar de moda) y en todos estos grupos se oía casi las mismas frases.
“Así aprovechando el viaje para ver Madrid y comprar algún regalo”. “Un ratito en la mani y luego toda la tarde libre hasta que salga el autobús”
Para la próxima manifestación la iglesia católica, apostólica y romana, debería plantearse regalar entradas para el parque de Atracciones, el de la Warner, para el zooa, o algo así. Seguro que entonces superaban el millón de asistentes. Ah, y por el dinero no se deben preocupar, seguro que sus feligreses marcan todos la casilla de la declaración de la renta, después de ver en que se gasta su dinero.