El médico mexicano Isaac Góiz afirma que puede curar el sida con un par de imanes (de los magnéticos, no del islam). Y puede demostrarlo con un cursillo de tres días que cuesta 1.200 euros. Dice que es capaz de tratar el sida “mediante la aplicación de imanes, uno en el timo (¡Caramba, que casualidad¡) y otro en el recto. En el recto se aloja el virus VIH (segun el ¿doctor?) y en el timo la bacteria E. coli.
Ahora viene lo mejor: “entre ambos focos de virus y bacterias se establece una comunicación a distancia, en forma de ondas electromagnéticas”.
Ahora viene lo mejor: “entre ambos focos de virus y bacterias se establece una comunicación a distancia, en forma de ondas electromagnéticas”.
Para rastrear los polos biomagnéticos se coloca al paciente en decúbito supino sobre una mesa de madera u otro material aislante “para evitar interferencias con los imanes”. El rastreo se realiza con el polo negativo de un imán y se comprueba en cada ocasión “si las piernas tienen la misma longitud o una parece más corta que la otra”. !La diferencia puede oscilar ¡entre 1 y 5 centímetros!
Ya está todo. Goiz sostiene que “al inducir a los virus campos magnéticos superiores a 1.000 gauss pierden su capacidad patógena”.
Y lo mejor de todo es que este individuo dice que tiene un doctorado en Medicina, obtenido en la Oxford International University. Nada que ver con la Universidad de Oxford.
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