No hemos quedado de piedra.
Luis Alfonso Gámez (Magonia) fue condenado, el pasado 12 de junio de 2007, por el Juzgado de Primera Instancia número Cinco de Gexto, a pagar una indemnización económica de seis mil euros al conocido escritor, periodista y ufólogo Juan José Benítez (conocido por ser el escritor de Caballo de Troya) por considerar que se habían vulnerado sus derechos al honor.

"Calificar a Juan José Benítez, responsable del programa de TVE Planeta encantado, de "estafador, que no dice más que sandeces, iluminado, que basa su negocio en la mentira, el engaño público y la tergiversación" son expresiones insultantes innecesarias y sin justificación. Excecen "el derecho a la sana crítica" y son "atentatorias para la honorabilidad incluso de un personaje con relevancia pública como el señor Benítez". Así lo expresa el juez Jairo Álvarez Uría-Franco en una sentencia del juzgado de Primera Instancia número 5 de Getxo (Vizcaya).

¿Cómo fue que el señor Gámez, vulneró el derecho al honor del señor Benitez?

Para contestar a esta pregunta nadie mejor que el propio señor Gámez en su blog Magonia, nosotros anotamos un breve resumen de sus argumentos:

Creía que decir en un documental de televisión que hay pruebas de que el hombre convivió con los dinosaurios, afirmar que un poder mágico permitió transportar las estatuas de la isla de Pascua hasta su ubicación definitiva, sentar a Jesús en el Coliseo romano años antes de que el edificio existiera, asegurar que seres de Orión levantaron las pirámides de Egipto y sostener que los astronautas del Apollo 11 encontraron ruinas extraterrestres en la Luna era tergiversar la historia, mentir e intentar engañar al público.
Parece que estaba confundido.

Señor Gámez, si usted estaba confundido, nosotros seguimos estándolo.

En este blog, seguimos pensando que hacer pasar hechos que no ocurrieron por verdades históricas, es mentir. Lucrarse por medio del engaño y abusando de la confianza de los espectadores es estafar. Citar infundíos y teorías, haciéndolas pasar por científicas es decir sandeces. Y hablar como si se estuviera en posesión de la verdad, es ser un iluminado.

No sabemos si pensar estas cosas vulnera el derecho al honor de alguien, de lo que sí estamos seguros es que dudamos del honor de las personas que tergiversan, manipulan y mienten para obtener un beneficio económico.

Señor Gámez, reciba usted nuestro más sincero apoyo, y puede usted estar seguro que hechos como este solo nos hacen reafirmarnos más en nuestro afán por conocer la verdad. Y para ello seguiremos leyendo su blog ahora más que nunca.

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